lunes, 26 de septiembre de 2011

ÁNGELES



Existen ángeles...visiones de momentos en los que habita la paz y la serenidad, donde  la vida se muestra con su mejor cara y es la antítesis de los momentos menos buenos.

No cabe duda, que en mitad de tanto caos, existen personas puras y delicadas que encarnan “espíritus intermediarios entre este mundo y el celestial...mostrando un destello de la eternidad”, como decía Rosa Montero en su artículo Los ángeles del parque del Retiro.

La tía tuvo una embolia hace tanto tiempo, que mi primer recuerdo de ella es ya estando enferma.
Es una especie de milagro tenerla aunque para ello, dejara de ser quien era y se convirtiera en otra persona...alguien especial, disfrazado de ángel.

Esta palabroesía es del 2011 (una de las más recientes) y habla de ella.
Es sólo un pequeño retrato de su enfermedad...la que le hace ser una persona distinta a la que fue y que ella, constantemente, olvida y recuerda.

Éste es su cada día...año tras año:

Cada día,
Un mismo comienzo
Sin cambios
Una nueva cuenta
Sin ayer
Un empezar desde cero
Sin pasado

Sólo los recuerdos permanentes
Regados por la mitad de su conciencia
Deformados por la mitad de su inconsciencia

Año tras año
Un mismo misterio
La dicha de su vida incompleta
Sin calendario, ni relojes

Cada día
Una misma historia repetida
Sin cansancio
Con idénticas palabras
Sin pausa
Con iguales gestos y acentos
Sin variación

Sólo sus pensamientos invariables
Relatados por la mitad de su locura
Y revividos por la mitad de su cordura.


jueves, 15 de septiembre de 2011

PROCIDA

Un viaje, siempre significa desplazarse: un ir y venir para alejarse de la geografía de la rutina...de la tranquilidad y la comodidad de vivir y sentir lo ya conocido...
Procida es el nombre de una isla, la excursión final de un viaje lleno de aventuras a la ciudad de Nápoles en 2005.
Es también, el escenario de películas como El Talento de Mr. Ripley y como El Cartero, basada en la vida de Pablo Neruda (aunque realmente fuera Capri, la isla de su exilio).

Esta palabroesía la forman sólo algunas de las sensaciones que aparecieron en aquellos momentos, durante aquella visita, y que escribí, por no quererlas olvidar.
Bienvenidos a este precioso lugar...Procida es así:

Rocas que navegan a la deriva,

olvidadas al azar en el azul inmenso,

como deseos y sueños de monedas

que bucean en las fuentes,
que florecen de piedra

desordenadas en espacio de mar…


Calles estrechas que se enredan
abrazando sus casas con sombras,

redes abandonadas en el suelo

dibujando sus texturas vacías,

cañones oxidados que lucharon

contra el tiempo, para no destruirse…



Barcas sin compañía

que se mecen sin compás,

superficies de colores

mojadas con reflejos de agua,

pintadas con luz cálida

y poniente, de costa napolitana…